Después de esas horas de angustía el 23 de octubre, le pedí a mamá que viniera para hacerme compañía y no estar sola, por cualquier cosa. Después de ese susto, prefería que alguien más aparte de mi marido se quedará conmigo.
Ella vino al día siguiente, estuvo conmigo la semana completa. Me ayudo bastante puesto que yo ya con la panza demasiado grande ya no podía hacer muchas cosas. Fueron días hermosos por que podía platicar con mi madre e ir a caminar con ella y mi esposo. El doctor me dijo que si quería parto natural tenía que ir a caminar por lo menos 2 horas, no se que tenga que ver eso, pero me arrepiento de no haber ido todos los días y de no haberlo hecho antes, probablemente no se me hubiera complicado tanto el parto.
esas dos semanas fueron solo estar hinchada de los pies, era tener edemas grandes, sin embargo ningun problema con dolores de cabeza o algo parecido, en ocasiones podía sentir pequeños cólicos y dolores de espalda, nada de que asustarse o para pensar que algo extraordinario podría pasar.
y llego la semana 39 y paso a la 40, llego mi cumpleaños y según lo calculado podría nacer en esa fecha, sin embargo mi pequeño no quizo salir ese día. recuerdo que unos días antes hubo lluvia y salimos luis alberto y yo, entonces hicimos un pequeño video. Como ya estabamos en la semana 40 y no veíamos ningún indicio de labor de parto fuimos al ginecologo por última vez. Mi ginecologo me reviso, me hizo tacto para checar que estuviera cerrada mi matriz, y sí, pero me hizo el comentario que ya tenía que salir mi bebé puesto que mi placenta ya era grado III, me imagino que esto mide el nivel de eficiencia de la placenta puesto que pasando de las 40 semanas se vuelve inservible y deja de enviar correctamente alimento y oxígeno al bebé.
Después de tanta desesperación él ginecologo ya nos había dado fecha, el jueves 7 de noviembre tenía que hacerme cesarea. Yo no esperaba eso, esperaba que la naturaleza hiciera su trabajo conmigo, todavía me quedaba una esperanza. Luis alberto ya hablo emocionado a sus papás comentándoles la noticia. Yo un poco asustada pues pensaba que la cesarea era lo peor que podía haber.
Esa noche nos fuimos con esa noticia a la cama. Jamás me espere que en la madrugada mi cuerpo empezará a dar señales. Eran las 2 de la mañana cuando sentí el primer cólico fuerte, sin embargo me confundí pense que era un retortigon por la diarrea, empece a tener evacuaciones líquidas y así me estuve levantando casi cada hora hasta las 4 de la mañana, mi mamá se levanto y me comenzo a preguntar como me sentía, y le estaba diciendo que mal. Al levantarse luis alberto a las 6 de la mañana me pregunto si quería ir al hospital, y yo le dije que no, no quería que me regresaran por que tal vez pensarían que es una infección estomacal. me levante para acompañarlo a él y a mi mamá en el desayuno, tomé una taza de té de manzanilla y comence a vomitar amarillo, se me hizo raro y le hable al ginecologo sin embargo él también penso que era una infección y me receto un antibiótico. y no comer nada.
Me dormí, y entre medio levantada le dije a mi mamá que me sentía mejor, pero encuanto me levante de la cama me empezo a fluir líquido, sin embargo cuando me dí cuenta era verdoso, no era claro como el líquido normal de la fuente. Me espante mucho por que había leído que si eso pasaba uno tenía que ir de urgencia al hospital. Mi mamá también se asusto, y me empece a bañar y no podía contener el líquido. l
Al llegar a urgencia me pasaron inmediatamente a revisión, en donde vieron que tenía poco de dilatación. Me pasaron a toco, me volvieron a revisar. Me hicieron cambio de cama y al momento me empezo a salir sangre, no entendía por que. Pero después de eso mi doctor inmediatamente programo la cesarea. El diagnóstico que se hizo fue rotura de membrana temprana. No se que signifique eso, el chiste es que mi bebé estaba tratando de querer salir y no pudo, dilate muy poco o casi nada, al menos eso dijo el doctor.
A la una de la tarde me pasaron a quirofano, me sentía un poco decepcionada, pues después de haber estado varias veces ahí viendo como iban y venían las señoras de la sala de expulsión, jamás me imagine que yo no pudiera.
al estar en la sala de operación no me dio miedo, todo fue tan rápido, no sentía nada, el caso es que también batallaron para sacar a mi bebé. Me acuerdo que antes de dejar de tener consciencia ví cuando lo sacaron, escuché su llanto y ví su hermosa cara, no podía creer que estuviera afuera, él, ese que tanto me pateo, ese que creció en mí poco a poco, aquel del cual escuchaba sus latidos cada mes, después de eso inmediatamente perdí la consciencia.
Me levante como a las 5 de la tarde, para esto después de rato me cambiaron de lugar y me llevarona piso. dijeron que llevarían mi bebé a mi lugar, sin embargo no me lo llevaron luego luego, jamás entendí por que. no me explicaron nada. y yo estaba demasiado atontada para preguntar.
El primero en llegar a verme fue mi esposo, el cual me dio un beso, apesar de estar tan hinchada como un pez globo, él me seguía viendo con esos ojos de amor que aun observo. En seguida fue a ver a nuestro bebé, pregunto si podía tomar unas fotos y hasta video tomo, cuando fue conmigo lloré de la emoción, de ver lo hermoso que era. Jamás me imagine que algo tan precioso saldría de mí. Él estaba feliz, era su hijo.
Ella vino al día siguiente, estuvo conmigo la semana completa. Me ayudo bastante puesto que yo ya con la panza demasiado grande ya no podía hacer muchas cosas. Fueron días hermosos por que podía platicar con mi madre e ir a caminar con ella y mi esposo. El doctor me dijo que si quería parto natural tenía que ir a caminar por lo menos 2 horas, no se que tenga que ver eso, pero me arrepiento de no haber ido todos los días y de no haberlo hecho antes, probablemente no se me hubiera complicado tanto el parto.
esas dos semanas fueron solo estar hinchada de los pies, era tener edemas grandes, sin embargo ningun problema con dolores de cabeza o algo parecido, en ocasiones podía sentir pequeños cólicos y dolores de espalda, nada de que asustarse o para pensar que algo extraordinario podría pasar.
y llego la semana 39 y paso a la 40, llego mi cumpleaños y según lo calculado podría nacer en esa fecha, sin embargo mi pequeño no quizo salir ese día. recuerdo que unos días antes hubo lluvia y salimos luis alberto y yo, entonces hicimos un pequeño video. Como ya estabamos en la semana 40 y no veíamos ningún indicio de labor de parto fuimos al ginecologo por última vez. Mi ginecologo me reviso, me hizo tacto para checar que estuviera cerrada mi matriz, y sí, pero me hizo el comentario que ya tenía que salir mi bebé puesto que mi placenta ya era grado III, me imagino que esto mide el nivel de eficiencia de la placenta puesto que pasando de las 40 semanas se vuelve inservible y deja de enviar correctamente alimento y oxígeno al bebé.
Después de tanta desesperación él ginecologo ya nos había dado fecha, el jueves 7 de noviembre tenía que hacerme cesarea. Yo no esperaba eso, esperaba que la naturaleza hiciera su trabajo conmigo, todavía me quedaba una esperanza. Luis alberto ya hablo emocionado a sus papás comentándoles la noticia. Yo un poco asustada pues pensaba que la cesarea era lo peor que podía haber.
Esa noche nos fuimos con esa noticia a la cama. Jamás me espere que en la madrugada mi cuerpo empezará a dar señales. Eran las 2 de la mañana cuando sentí el primer cólico fuerte, sin embargo me confundí pense que era un retortigon por la diarrea, empece a tener evacuaciones líquidas y así me estuve levantando casi cada hora hasta las 4 de la mañana, mi mamá se levanto y me comenzo a preguntar como me sentía, y le estaba diciendo que mal. Al levantarse luis alberto a las 6 de la mañana me pregunto si quería ir al hospital, y yo le dije que no, no quería que me regresaran por que tal vez pensarían que es una infección estomacal. me levante para acompañarlo a él y a mi mamá en el desayuno, tomé una taza de té de manzanilla y comence a vomitar amarillo, se me hizo raro y le hable al ginecologo sin embargo él también penso que era una infección y me receto un antibiótico. y no comer nada.
Me dormí, y entre medio levantada le dije a mi mamá que me sentía mejor, pero encuanto me levante de la cama me empezo a fluir líquido, sin embargo cuando me dí cuenta era verdoso, no era claro como el líquido normal de la fuente. Me espante mucho por que había leído que si eso pasaba uno tenía que ir de urgencia al hospital. Mi mamá también se asusto, y me empece a bañar y no podía contener el líquido. l
Al llegar a urgencia me pasaron inmediatamente a revisión, en donde vieron que tenía poco de dilatación. Me pasaron a toco, me volvieron a revisar. Me hicieron cambio de cama y al momento me empezo a salir sangre, no entendía por que. Pero después de eso mi doctor inmediatamente programo la cesarea. El diagnóstico que se hizo fue rotura de membrana temprana. No se que signifique eso, el chiste es que mi bebé estaba tratando de querer salir y no pudo, dilate muy poco o casi nada, al menos eso dijo el doctor.
A la una de la tarde me pasaron a quirofano, me sentía un poco decepcionada, pues después de haber estado varias veces ahí viendo como iban y venían las señoras de la sala de expulsión, jamás me imagine que yo no pudiera.
al estar en la sala de operación no me dio miedo, todo fue tan rápido, no sentía nada, el caso es que también batallaron para sacar a mi bebé. Me acuerdo que antes de dejar de tener consciencia ví cuando lo sacaron, escuché su llanto y ví su hermosa cara, no podía creer que estuviera afuera, él, ese que tanto me pateo, ese que creció en mí poco a poco, aquel del cual escuchaba sus latidos cada mes, después de eso inmediatamente perdí la consciencia.
Me levante como a las 5 de la tarde, para esto después de rato me cambiaron de lugar y me llevarona piso. dijeron que llevarían mi bebé a mi lugar, sin embargo no me lo llevaron luego luego, jamás entendí por que. no me explicaron nada. y yo estaba demasiado atontada para preguntar.
El primero en llegar a verme fue mi esposo, el cual me dio un beso, apesar de estar tan hinchada como un pez globo, él me seguía viendo con esos ojos de amor que aun observo. En seguida fue a ver a nuestro bebé, pregunto si podía tomar unas fotos y hasta video tomo, cuando fue conmigo lloré de la emoción, de ver lo hermoso que era. Jamás me imagine que algo tan precioso saldría de mí. Él estaba feliz, era su hijo.
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