viernes, 27 de septiembre de 2013

a unas semanas de...

A unas semanas de empezar la nueva etapa en mi vida. Ya nuestro pequeño Luis Alfredo tiene 34 semanas, según el ultrasonido 35. Ha sido maravilloso este recuento de semanas y meses.

el primer trimestre fue de miedos, de pensar muchas cosas, los cambios siempre tendrán y traerán preguntas sin respuestas.

Antes de quedar embarazada tenía planes de como empezar a tener el cuerpo perfecto para la concepción, bajar unos kilos, hacer ejercicio, sin embargo en un solo descuido. Luis estuvo muy contento cuando supo, yo desconcertada... ver esa pequeña franja roja sobre la prueba me hizo sentir rara, de por sí el simple hecho de que mi cuerpo estuviera dándome los típicos anuncios de la implantación del embrión, me hacían sentir mal.

para asegurarnos de la noticia fuimos a hacer prueba de sangre, y si, sin duda alguna estaba embarazada. Ahora, tal vez nos adelantamos, dimos la noticia, antes de poder incluso saber si se trataba de un caso de embarazo anaembriónico(es decir un embrión sin bebé). Aún así era verdad, era un bebe hermoso. La primera vez que lo vi, realmente no sentí nada, era en el ultrasonido un saquito negro. cuando comencé a sentir por primera vez la ternura de verlo fue a sus 8 semanas, era un pequeño guisante, su cabeza, sus ojos, sus manos y sus pies empezaban a aparecer.

Nos llevamos un pequeño susto a sus 11 semanas, antes de esto el ginecólogo ya me había advertido de descanso y reposo pues tuve un problema con hematomas, y podía tener el riesgo de perder a mi bebé. En esta semana ingrese al hospital por tener una hemorragia, tuve mucho miedo y sentía culpa de esto, que aunque tuvimos receso sexual por recomendaciones médicas, cualquier esfuerzo podría provocar esto. Estuve 3 días en reposo absoluto y 4 días en casa en reposo. Luis estuvo asustado, y cansado, como papás no están con nosotros(aunque no muy lejos), nadie podría ayudarnos. Él es lo mejor que me ha pasado en mi vida, jamás hubiere conocido alguien como él. Aún después de éstos años sigo enamorada y seguiré enamorada de él, cada día que pasa me hace más feliz, el despertar a su lado y abrazarlo o darnos un beso y que toque y le hable al bebé, me hace la mujer más dichosa.

A sus 13 semanas confirmamos su sexo, un varoncito, que aunque chiquito, creo que fue el ultrasonido más gracioso que he visto, hizo tantos movimientos y se dejo ver por completo , sus miembros formados completamente, sus manos, sus dedos, todo se veía. Jamás olvidaré ese día. Además de que no todos los bebes dejan ver su sexo hasta después de la semana 20.

Cada ultrasonido a a partir de ahí fue más emocionante, aunque la verdad por un momento creí que jamás querría volver a estar embarazada pues los achaques como las agruras y los vómitos hicieron que bajará 3 kilos, y aparte de esto me deprimí. Lo bueno es que solo duraron 4 meses. Aún así en mi vida jamás he dejado de comer como en ese momento.

El segundo trimestre estuvo lleno de expectativas, buen sexo, más para mí gusto diría mi marido. Y la emoción de los abuelos, altamente contagiable, con la aparición del bulto en mi barriga y los movimientos diarios de este ser que me empezaba a invadir por completo.


Hoy ya estoy en el tercer trimestre, mi barriga crece de manera exagerada, hoy apenas puedo caminar. Dicen que eche mucha panza, aunque mi bebe a sus 34 semanas (la actual), mide 42 cm y pesa 2400 gramos.

Lo dicho es emocionante, y tenía que escribirlo aquí para que quedará en algún lado memoria de lo que estoy sintiendo y de lo que he vivido éstos meses. Realmente es emocionante, y al final lo que me pongo a pensar es que esto de dar vida a otro ser es lo más hermoso y mágico que puede pasar. El hecho de sentir como se mueve, su cuerpo, que sin duda alguna ya puedo sentir, sus pompis, su columna, sus piecitos. Y ver esos movimientos a veces tan alocados que tiene.

Y lo que me da más emoción es llegar a verlo, a ver si tal como sale en el ultrasonido en 3D, se parecerá a su padre, El mejor que la vida y Dios le pudo haber dado.

Sin duda alguna, algo que sin pedir me dieron y tendré, en Dios espero, toda mi vida.